20/12/21

1941 NAVIDAD EN MAUTHAUSEN (cuento de Navidad, una historia real)
 
2021.-Mi abuela Isidora vivía con nosotros en la casa familiar. Era una época donde los abuelos no nos estorbaban. Los queríamos y no los enviábamos a las residencias. Un día me contó que desde la guerra civil no sabía nada de sus dos hermanos, Antonio y Julio Serrano Hidalgo. Se escaparon del pueblo para trabajar en Francia y ya no supo nada más de ellos. Yo ya no recordaba nada de esto hasta que en el 2019 me jubilé y entre unos viejos documentos encontré una hoja amarillenta escrita por ella que recordaba la desaparición de mis dos tíos abuelos y decidí investigar. 
 1936.-Montellano es un pueblo pequeño y muy pobre de la sierra de Sevilla donde la gente malvive del campo. En la guerra civil fue tomado por milicianos y anarquistas, que metieron en la iglesia las caballerías y las pusieron a beber en la pila de agua bendita, luego sacaron a la calle a los santos y les prendieron fuego, mientras hacían purgas en la población fusilando a los que no tenían las manos encallecidas. Posteriormente entraron los moros de un tabor de los nacionales, que violaron a las mujeres y fusilaron a los rojos que se les pusieron a tiro. Antonio y Julio salieron a escape de aquel infierno con lo puesto, y fueron reclutados en el bando republicano y mandados inmediatamente al frente. 
 2021.-No sabía dónde encontrarlos, así que empecé por el registro civil donde solo pude obtener sus datos de pila. Recurrí entonces a la embajada francesa, pero nada. Hasta que un día, ¡qué tontería!, puse sus nombres en GOOGLE y enseguida obtuve información: Los dos hermanos pertenecían a la UGT y después de la batalla del Ebro cruzaron la frontera y terminaron en Francia.
 1939.-Nada más cruzar la frontera fueron internados en un campo de concentración para españoles Argelès-sur-mer, una playa donde fueron tratados como animales, sin comida ni abrigo y vigilados por senegaleses que los trataban con la mayor crueldad y desprecio. Allí murieron muchos, primero las mujeres y niños, pero también murieron muchos hombres sanos de fro, hambre y disentería. Cuando las tropas nazis empiezan a invadir Alemania, a los franceses les entra el canguelo, les hace falta mano de obra esclava y carne de cañón, así que los españoles son requeridos para ingresar en el ejército francés o en las brigadas de trabajo civil, ambigua como francesa. Como opción menos mala los hermanos deciden integrarse en las brigadas de trabajo, donde son explotados trabajando en las peores condiciones y los trabajos más duros. 
 1941.-Pero las imparables tropas de Hitler invaden Francia y se encuentran con las brigadas de trabajo, los nazis no saben cómo encuadrarlas. Están compuestas por extranjeros, muchos de ellos ex militares republicanos pero mandadas por militares franceses, pero ¿Qué son los brigadistas, civiles o militares?. Da igual, con la connivencia de los franceses los internan en Francia, en el campo de prisioneros de Belfort. El puñetero cuñadísimo, Serrano Suñer, se desentiende de esos españoles desheredados y los nazis, frotándose las manos, se los llevan a Alemenia y los encierran en la prisión de Fallingbostel, Stalag XI-B. Pero a los nazis les cabrea tener campos de concentración, en su casa, así que el 25 de enero de 1941 fueron deportados a Austria, al campo de exterminio de Mauthausen, conocido como el campo de los españoles por haber sido construidos por ellos. Estaba al lado de una cantera al aire libre de granito y los prisioneros eran obligados a cargar pesadas cestas de granito y subirlas por unas empinadas escaleras hasta los 75 metros que lo separaban de la superficie. Durante la subida iban formados y eran golpeados por los malvados capos polacos con la mayor violencia y crueldad. La situación era insostenible, el duro trabajo, las enfermedades, el frio, y sobre todo los golpes, van minando a los hermanos, solo los mantiene vivos el estar juntos. Pero el estar juntos se les acabó el día 10 de septiembre de 1941, cuando Antonio, con mucha fiebre y tiritando de frío no puede cargar más granito, así que cuando el capo polaco ve que su cesta está casi vacía lo manda otra vez abajo a por más carga, y cuando sube sin llenar otra vez del todo la cesta, empieza a golpearlo con furia con un palo en la cabeza hasta que le fractura el cráneo y lo mata, despeñando su cuerpo por el acantilado desde arriba y quedando completamente destrozado en el suelo. 
 -Fallschirmjäger (paracaidista)-Exclama el malnacido polaco provocando las carcajadas de los otros capos y los SS. 
 Julio recuerda el verso de Miguel Hernández “no hay extensión más grande que mi herida” y solo piensa ya en la muerte. Quiere morirse, pero no puede suicidarse. Por fin encuentra su oportunidad el mismo día de navidad, pues los nazis no la celebran. Ese día de navidad, 25 de diciembre de 1941, la hija de Franz Ziereis, el jefe del campo, una niña de 12 años, hizo algo que solía hacer de vez en cuando. Se puso junto a la formación de prisioneros que empezaban a subir las terroríficas escaleras marcando el paso, elegía a algún preso en cuestión y le ofrecía su merienda de pan con chocolate. Julio se había puesto en el lateral de la formación para pasar por delante de la niña, y entonces esta le ofreció su merienda, cuando hacía ademán de cogerla su amigo Jacinto le gritó. 
 -¿Qué haces, Estás loco? Julio no obedeció y cogió la merienda y entonces, como tantas veces, la niña empezó a a gritar a los capos. 
 -Ese hombre malo me ha quitado la merienda. 
 Julio se santigua y un fuerte golpe con un palo le destroza la mandíbula. Cae boca arriba y contempla en el cielo a José, María y el niño. No son figuras reales, son las de barro del belén que ponían en su casa. Aparece su hermano Antonio.
 -Feliz navidad 
 Ya no siente nada, tiene la cabeza destrozada y sabe que ahora va a ver el Belén de verdad.