A parte de trigonometría, teníamos cálculo de probabilidad y estadística. ¡Jo vaya rollo!. Pero aprendimos como funcionaban las curvas exponenciales y logarítmicas para poder establecer la futura evolución de cualquier proceso, donde su verticalidad o aplanamieto eran muy significativas (lo que para nuestros asombrados cerebros era magia). Poder adivinar el futuro de un proceso sin cometer casi errores ¡Jo!. Desconozco si hoy en día se siguen estudiando estas curvas, pero parece que en caso afirmativo, seguro que esos días no fueron a clase ni el doctor cum fraudem ni el coletas o el capitán Marte, porque no dan una en la interpretación de la curva logarítmica tan sencillita (del primer trimestre) como la de la evolución del COVI19. NOTA: Al menos el capitán Marte, que es de ciencias, debería conocerlas (y no confundirlas con la curva de Gauss). En mi proxima vida me pido asesor sociaca o bolivariano de algo. Choca esos cinco.
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