La personalidad es muy importante en los individuos, me refiero al conjunto de actitudes propias de cada uno y que definen su carácter y los hace únicos y diferentes a los demás.
Pero hay personas que no la tienen o no la quieren tener y se pasan la vida copiando actitudes ajenas, simulando estar de acuerdo con las opiniones de la mayoría aunque no lo estén, vistiéndose con los mismos atuendos que otras personas, copiando sus modas e incluso sus poses, sus muebles y sus viajes. Y asombrosamente son felices o parecen serlo.
Pero si la personalidad es muy importante para los individuos, más lo es para los pueblos.
Cada pueblo tiene ya sus tradiciones ancestrales que lo hacen único, sus comidas, su arquitectura, su lenguaje, sus fiestas y todo lo demás, que estoy seguro que han seguido y seguirán una evolución natural a través de los siglos.
Pero hay algunos pueblos que no están contentos con esto y quieren ser otros, así que se dedican a copiar las tradiciones y fiestas de esos otros.
Ocurre mucho con la feria de Sevilla, que ya se celebra en bastantes pueblos copiando literalmente las costumbres, las poses y hasta las actitudes y el acento de los sevillanos.
Con los carnavales de Cádiz es mucho peor, pues se copian las letras y los disfraces de las chirigotas, pues en Cádiz se celebran antes y da tiempo a traerlos a Cartagena.
Que sensación de no tener personalidad ni vergüenza torera, pero hay gente que disfruta siendo sevillanos o gaditanos por un día, cosa que nunca sucedería al contrario, o sea en los pueblos con personalidad como aquellos, pues no me imagino a ningún sevillano vestido de cartaginés luchando contra los romanos frente al archivo de Indias o en el patio de los naranjos, o a un gaditano comiendo longanizas y zarangollos en las huertas instaladas en la plaza Mina. Vivir para ver.
¿Para cuando el descenso del rio Sella o la tomatina?.
Para ya supongo.
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