24/3/17

NOTARIOS

Los notarios son unos señores que tienen una pluma muy cara.
Solo  tienen que aprobar una oposición, que será todo lo difícil que se quiera, pero eso les da derecho a no dar nunca más en su vida palo al agua.
Nos cobran cantidades desorbitantes por firmar documentos que les hacen otros (sus pasantes) y ellos solo lo tienen que firmar con su pluma cara, nada más. Ni si quiera se lo leen, por lo que la mayoría de las veces están llenos de faltas,  errores de concepto, repartos de herencias incorrectos e incluso de impertinencias (y se lo digo por experiencia, pues se empeñaban en nombrar "La Nieves" a mi esposa en una escritura de herencia que no fui capaz de hacerles corregir).
Su pregunta preferida es: ¿Les hace falta que les lea todo el documento?.
Si la respuesta es no, lo firman sin despeinarse y tu te pasas por caja como un guilipollas.
Si la respuesta es si, lo leen con la mayor desgana e insolencia y tu te pasas por caja pero, con la satisfacción de haberles hecho al menos leer lo que firman.
Pobre venganza, pero no se puede hacer nada más así que a sufrirlos con resignación como a los mosquitos en verano.

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