COCINEROS

El cocinero(a) profesional era un señor(a) que cocinaba en la cocina de un restaurante y no tenía mayor protagonismo que el que le otorgaba el reconocimiento de sus clientes, el cual le demostraban mediante la afluencia de estos al local, pero actualmente eso ha cambiado.
El cocinero ha salido de la cocina a recoger estrellas Michelin y de paso escribir libros de cocina. Ya puestos, se ha metido en la televisión ha hacer programas y reportajes y, como no, concursos de cocina, incluso infantiles.
Esto ha trastocado a la sociedad, de tal forma, que ahora los clientes de los  restaurantes hemos dejado de ser los protagonistas para serlo los cocineros. De actores secundarios han pasado a ser actores principales, así que los clientes hemos ocupado su antiguo lugar de segundones en el reparto.
El cocinero ahora inventa, no solo platos nuevos, sino también alimentos nuevos e incluso olores nuevos, que el camarero se encarga de espolvorearte en la cara con un pulverizador mientras comes. Cierran a placer su restaurante, cuando les apetece, para hacer temporadas sabáticas sin pensárselo dos veces, pues tienen la agenda completamente llena. En muchos de estos restaurantes hay largas esperas para conseguir una reserva y cuando la consigues no puedes ni pedir lo que deseas, te tienes que conformar con lo que te quieran servir y en las cantidades que quieran, que son generalmente muy escasas (de hambruna) para los enormes platos en los que se sirven, además la comida viene en distribución vertical y en equilibrio inestable, lo cual es hasta difícil de ingerir sin pasar apuros de estabilidad, en resumen: Comida escasa y cara pero, eso si, de diseño.
Pero los culpables de este desbarajuste somos los ahora actores secundarios, los clientes, pero no todos, sino esa parte de la sociedad que siguen la moda a ultranza, cueste lo que cueste, y hasta donde les lleve con tal de ser muy modernos, independientemente que coincida o no con sus intereses. La buena noticia es que afortunadamente no son mayoría, aunque a base de remachar en todos los medios las excelencias de este tipo de cocina está consiguiendo cada vez más seguidores entre los indiferentes, lo cual es un peligro para los amantes de la cocina tradicional y generosa, no lo duden.