En este país casi todos queremos ser actores y la policía no iba a ser menos.
Podemos seguir sus hazañas casi a diario en TV, aunque correremos el riesgo de aburrirnos, indignarnos y, lo que es peor y que casi siempre ocurre, ponernos del lado del supuesto delincuente.
Las escenas son casi siempre las mismas:
Escena 1. gitanos
Un despliegue de cientos de policías apoyados por coches (¿se siguen llamando zetas?), motos y helicópteros (aviones todavía no), toman al asalto un barrio gitano de chabolas inmundas con techos de uralita y entran en ellas gritando y destrozando todo lo que encuentran. Tiran al suelo y esposan a todos (as) sus habitantes, mientras que otros policías registran (léase arrasan) los enseres y destrozan los muebles, paredes, techos y escavan el suelos. Nada se salva, incluso la ropa queda tirada en una montaña junto con todo lo que había en los armarios y cajones de la cocina etc.
La violencia empleada contra estas familias (pues son eso: familias) es absolutamente desproporcionada, así como completamente injustificado el trato, la chulería, el acoso y las humillaciones a los que someten a estos posibles delincuentes, todavía sin juzgar, no lo olvidemos.
Finalmente se llevan amarradas a dos gitanas gordas, al padre de familia, que le caerá un puro por resistencia y amenazas a la autoridad, un saco de droga y diez mil euros.
Nota: Esta escena es siempre en barrios gitanos contra gitanos, pero nunca en Euskadi ni contra otros de peor genio y maneras que por allí se estilan, allí se sale menos en la tele, y la policía vuelve a su estado de "secreta", no vaya a ser que...
Escena 2. movida
Unos cuantos coches de policía apoyados por alguna moto irrumpen de noche (siempre es de noche en la escena 2) en una calle del centro de alguna ciudad, generalmente donde está la movida.
Paran a algún que otro ciudadano y le piden la documentación (extranjería, etc..). Como los interpelados van bebidos, siempre hay suficiente escusa para detener a alguno por resistencia, insultos a la autoridad etc.. Si no lo hay se pueden emplear los modales habituales de chulería, acoso, prepotencia y alguno caerá.
Luego entran a saco en un bar algo oscurito y con su proverbial chulería, detienen a todos los clientes, les piden la documentación y los ponen contra la pared (hemos dicho a todos), aquí siempre habrá alguno que se indigne y salte, que irá de cabeza al "zeta", al resto se le hace esperar se le humilla convenientemente y se le deja en libertad, no porque no sean culpables de algo, sino porque dan lástima, así que ¡aire!.
Nota uno: Aquí es de buen uso policial llamar al delincuente, digo posible delincuente, "Caballero", que está muy de moda y viste mucho.
Nota dos: Esta escena no es aplicable especialmente en Euskadi y Navarra, pero tampoco es muy recomendable en Cataluña y algunas otras, por ser un poco más arriesgado, no vaya a ser que aparezca un verdadero delincuente cabreado que no tolere los gestos chulescos y lleve... "pipa".
ESCENA 3. desahucios
Bueno, para muestra un botón y no quiero aburrir, así que pasemos de escena 3. Ya las veremos en la tele a diario en los programas policiales.